Existen varios tipos de aceite de oliva y calidades, su clasificación se estudia en función de su variedad, calidad, grado de acidez, métodos de extracción y características sensoriales, como son el sabor, el olor y el color.
Ante las cuestiones surgidas por parte del consumidor de los distintos tipos de aceite de oliva, se ha realizado una clasificación que resolverá las dudas en el momento de comprar el aceite.
Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE)
El aceite de oliva virgen extra es un aceite de categoría superior obtenido directamente de las aceitunas y, a través de procedimientos mecánicos. Este es un aceite de una calidad más apreciada, intachable en la cata y con un grado de acidez menor a 0.8º. Es un producto completamente natural al que no se le ha añadido ningún tipo de sustancia posterior, siendo éste el zumo exprimido de la aceituna.
Además, este producto tiene una amplia variedad de efectos beneficiosos reconocidos por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) destacando la protección que ejercen frente a la oxidación de los lípidos en sangre. Este efecto protector es muy importante para retrasar el desarrollo de muchas patologías como, por ejemplo, las enfermedades cardiovasculares.
Una increíble forma de disfrutar plenamente de las virtudes de los aceites de oliva virgen extra es emplearlos en crudo, como añadido en el desayuno sobre una tostada, o en ensaladas y otros platos fríos. Por supuesto también es una opción muy recomendable para freír debido a su menor degradación en comparación con otros tipos de aceites.
Aceite de Oliva Virgen (AOV)
El aceite de oliva virgen es un producto natural con una acidez menor a 2º. Suele elaborarse en las últimas semanas de recolección con una aceituna muy madura. Al igual que los AOVEs, son muy ricos en ácidos grasos monoinsaturados y perfectos para llevar una dieta saludable. Es un tipo de aceite de oliva ideal para utilizar en la cocina como en frituras, estofados, etc.
Aceite de Oliva Lampante.
El aceite de oliva virgen con acidez superior a 2g por 100g siendo éste el de peor calidad. Este tipo de aceite es el resultado de usar las aceitunas caídas al suelo por daños climatológicos o enfermedades y presenta deficientes cualidades organolépticos. Por tanto, no es aconsejable su consumo y no se comercializa. Su destino serían las refinerías de aceite para convertirse en aceite refinado mediante procedimientos químicos y físicos muy agresivos.
Aceite de Orujo de Oliva.
El aceite de orujo de oliva se obtiene del orujo de la aceituna que es un subproducto resultante de la producción del aceite de oliva. Está formado por los restos del aceite tales como la pulpa, piel y hueso, por lo que se trata del residuo de la aceituna una vez extraído el Aceite de Oliva por medios mecánicos. También se combinan con aceites vírgenes y, sin llegar a sus cualidades, sí logra unas propiedades organolépticas superiores a otros aceites, como el de girasol.